Una ruta es un medio de difusión. Permite conocer la arquitectura poniendo en escena los materiales geológicos, como un potencial aporte a la conservación. Y estimular al turista y locales, comprendan la significación y el valor geológico, para que desarrollen una profunda conciencia y aprecio por el lugar en que se encuentran.
Para el estudio de rutas geoarquitectónicas, intervienen las disciplinas de geomorfología, mineralogía, petrografía y geología ambiental. El prefijo “Geo” que se emplea, indica el fuerte condicionante geológico que tradicionalmente ha influido en los asentamientos urbanos y en su desarrollo, puesto que gran parte de los materiales de construcción se extraen de la tierra. Asi por ejemplo, si al observar una casa, una obra minera, diques, monumentos, por citar algunos edificaciones, se pueden ver que han tenido que utilizar diversas rocas y minerales para que fuera posible su sostenimiento edilicio en el tiempo. Así es, el material pétreo de aplicación ornamental son los más utilizados son migmatitas, esquistos, granitos y pegmatitas con fines decorativos, para revestimientos de pisos, paredes; la roca caliza procesada se usa para obtener el cemento, los materiales como el yeso para el estucado, las arenas y las gravas como áridos para el hormigón, las arenas conjuntamente con las calizas y con minerales de sodio para la obtención de los vidrios de las ventanas, las arcillas para los ladrillos y cerámicos. Muchos de ellos son recursos genuinos que yacen en canteras cercanas, otras con el avance de la urbanización han desaparecido.
El estudio de los materiales geológicos para el desarrollo de rutas temáticas, constituye básicamente un medio de difusión y contribuye a:
- Conocer la arquitectura poniendo en escena los materiales geológicos, como un potencial aporte a la conservación.
- Estimular el interés al conocimiento del turista y locales, para comprender la significación y el valor geológico logrando que desarrollen una profunda conciencia y aprecio por el lugar en que se encuentran.
